Cuando empezaron las Calçotadas
Ya en el siglo I d.C. Marco Gavio Apicio, gastrónomo romano reconocido en su época y autor del libro Arte de cocinar, describe una receta del Porrus Capitatus a la brasa. Marco Valerio Marcial, poeta romano nacido en Calatayud ( Hispania Tarraconense) en la misma época, dedicó unos versos al «Calçot romano». Recientemente, un arqueólogo húngaro, László Borhy, ha identificado a un hombre comiendo lo que parece un Calçot en una pintura mural de la época del Imperio Romano encontrada en el año 2000 en Hungría.
Mural de la época del Imperio Romano
Tuvieron que pasar mas de 1.800 años para que, fruto de una casualidad, un payés de Valls, población de Catalunya famosa por sus Calçotades, descubriera a finales del siglo XIX lo sabrosas que eran unas cebollas que se le quemaron en las brasas.
Poco a poco la gente de la comarca fue acostumbrandose a preparar los Calçots quemandolos al fuego, pero no fue hasta los años 40-50 del siglo pasado que se pusieron de moda entre la gente de las ciudades, iniciandose una expansión de esta costumbre hasta llegar a día de hoy, en el que las Calçotades se han convertido en un popular evento que disfrutan gente de todas las condiciones,y edades, en familia o en grupos de amigos.
Lo que sin duda diferencia nuestras Calçotades de la de los romanos es la salsa Romesco – o Salvitxada – cuyo origen podría haber sido en el barrio marinero del Serrallo, en Tarragona, en el siglo XVIII.